A través de las escuelas deportivas, Comfamiliar Risaralda busca acompañar a niños y jóvenes en su proceso de formación para adquirir habilidades y disciplina en la práctica de actividades físicas; este es el caso de Juan Esteban Calvo García, un deportista pereirano de 20 años de edad, que inició su sueño de ser futbolista profesional en uno de los equipos de la escuela de Recreación y Deportes.
Juan Esteban comienza su camino deportivo a los 5 años con la firme convicción de que el fútbol era su única pasión, aquella que siempre ha compartido con su papá, su hermano y su mamá; en la escuela de fútbol siempre se destacó por su disciplina y entrega, lo que le permitió subir de categorías y ser el jugador estrella en muchos campeonatos, incluyendo “la Sub 17”, torneo en el cual se impulsó aún más su carrera como futbolista profesional; con orgullo en su corazón recuerda a su equipo de Comfamiliar, con quien compartió grandes momentos y experiencias.
Carolina García, madre de Juan Esteban recuerda el paso de su hijo por la escuela de fútbol como una época llena de alegrías, retos, esfuerzo y disciplina; junto a su esposo siempre quisieron que “Juanes”, como amorosamente le dice, iniciara su formación deportiva en Comfamiliar, pues el apoyo y acompañamiento que le dan a los jugadores que hacen parte de estos equipos es de admirar, no solo por la calidad humana de los entrenadores, sino también por los valores que les inculcan desde pequeños, partiendo del respeto y compañerismo.
Al finalizar su formación en la escuela de fútbol de Comfamiliar, Juan Esteban comenzó un Técnico en Operación y Logística, el cual interrumpió gracias a una oportunidad que se le presentó en Portugal en el mes de julio de 2021 para ser parte del equipo Provenca A-Nova, donde actualmente desempeña la posición de defensa central. Para Juan Esteban no fue fácil dejar su familia y país, así como tampoco lo fue para sus padres, Carolina y Diego, quienes se sienten orgullosos del camino que eligió vivir su hijo, a pesar de tener que sacrificar fechas especiales y familiares, ambos reconocen que la enseñanza más grande que les deja esta experiencia, es que los sueños hay que lucharlos, visualizarlos y cumplirlos, no importa en qué parte del mundo sea.
Juan Esteban se siente muy agradecido con la escuela de Fútbol de Comfamiliar por todos los valores que le inculcaron y por la formación recibida, que lo ha ayudado a desempeñarse en la cancha y en la vida, gracias a este acompañamiento, a los sacrificios y disciplina hoy puede ver su sueño materializado; “yo no sería el jugador que en este momento soy si no me hubiera formado en Comfamiliar, bajo el direccionamiento de profesores como Andrés Sánchez y Diego Pava”, finaliza Juan Esteban.