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Construyendo humanismo y profesionalismo a través del deporte

“El deporte como tal es necesario y vital en el desarrollo integral del ser humano, nos contribuye en el afianzamiento de valores (respeto, disciplina, honestidad, perseverancia, tolerancia, solidaridad, lealtad), contribuye al desarrollo físico, social y cognitivo, además del buen uso del tiempo libre y la adquisición de habilidades físicas para la vida” comenta Jorge Andrés Sánchez, profesional en Ciencias del Deporte y la Recreación, actual monitor del Club de Fútbol, de la Escuela de Recreación y Deportes.                        

Comfamiliar Risaralda cuenta con la Escuela de Formación Deportiva para niños de 3 a 17 años de edad; donde a través de un Plan Técnico Pedagógico se evalúan las condiciones físicas, psicológicas y cognitivas de cada integrante de la escuela; ya sea en fútbol, natación, taekwondo o patinaje. Además, el plan técnico permite crear unos objetivos y estímulos oportunos para que estos niños se desarrollen de manera óptima, resaltando la importancia de los valores y una buena formación profesional.

Sin duda alguna, el objetivo principal de Comfamiliar Risaralda y especialmente de la escuela deportiva, es fomentar el crecimiento personal desde cualquier actividad que se realice: “para mí, las escuelas son de vital importancia para la formación del ser, los ayuda a desarrollarse tanto física como mentalmente, debe hacer parte del día a día ya que los beneficios son múltiples, ayuda a reconocer la importancia del esfuerzo personal y de ponerse metas” asegura Jackeline Díaz Martínez, Docente y entrenadora de Taekwondo.

Adicional, se busca motivar a los alumnos de los diferentes clubes desde una perspectiva profesional a largo plazo, en la cual podrían llegar  a competir en torneos nacionales e internacionales; sin embargo, al momento de elegir a los representantes se evalúa el tiempo de práctica, las características deportivas, el rendimiento académico y los comportamientos en el hogar del niño o joven.

Las Escuelas Deportivas de Comfamiliar Risaralda, a lo largo del tiempo han sido reconocidas en el departamento, siendo unas de las más competitivas y visionarias a nivel nacional por su gran poder de formación desde la parte humana y recreativa. Constantemente las puertas de los Clubes Élites están abiertas para educar y recrear a niños “porque desde el deporte se contribuye a una sociedad que seguidamente necesita personas de bien” afirma Andrés Sánchez.

Al momento de ingresar a cualquier escuela, se debe tener en cuenta el plan pedagógico que funciona como ruta de educación y entrenamiento, donde se categoriza al niño o a la niña por edades y capacidades cognitivas; a medida que los niños van creando o superando las habilidades van siendo promovidos para fomentar la exigencia personal al momento de realizar actividades. “Después de ciertos módulos superados, los niños o jóvenes tienen la posibilidad de enfrentarse a la etapa profesional, donde aumenta la disciplina, compromiso, respeto y pasión por el deporte” comenta Julio César Guevara, monitor de la Escuela de Natación.

Las escuelas deportivas y en especial la de Comfamiliar, tienen bases para el crecimiento social y desarrollo integral del ser humano, actualmente cuenta con 113 estudiantes en total.

Los clubes élites tienen como objetivo llevar el talento de los alumnos a otro nivel, es decir, alcanzar una categoría profesional que les aporte en el proceso de formación deportiva y personal, dejando experiencias exitosas y memorables para la escuela en general. “En natación hemos tenido diferentes casos: Santiago Vizcaya Cifuentes fue al Suramericano Juvenil en Perú, Dylan Ruiz se clasificó a selección Colombia” asegura Julio.

En el caso de Fútbol, se ha tenido la oportunidad de formar a grandes profesionales  “Mateo Cano, luego de estar más de 10 años en nuestro club de fútbol logró entrar al equipo profesional del Deportivo Pereira” comenta Andrés, el entrenador de Fútbol.

Los entrenadores cada vez están más capacitados y dispuestos para entrenar a los niños del departamento, dejando claro que su principal meta es formarlos y potencializar los valores que se vienen inculcando en casa.

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